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Las cosas de W&CC así como de ALMAYARA.

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martes, agosto 30, 2011

Carta de josé Luis Sampedro a Don José Luís Rodríguez Zapatero

Yo acuso
José Luis Sampedro
ATTAC Acordem
Al Presidente del gobierno de España Y al resto de las señorías que portan la representatividad parlamentaria.

Señor presidente, permÍtame dirigirme a usted para comentarle mis más profundas inquietudes que, por mi honor y conciencia, me impiden quedarme al margen de los hechos relativos a nuestra Constitución amenazada por una vergonzosa e imborrable mancha.

Habéis realizado un gobierno durante sus dos legislaturas en las que muchos podemos estar en contra o a favor de su gestión frente del ejecutivo que preside. Habéis cometido aciertos y errores, estos últimos desgraciadamente más numerosos en su último periplo presidencial. Sus gestiones pueden ser criticadas o avaladas desde todos los frentes que los ciudadanos deseen pronunciarse.

¡Pero que mancha de cieno sobre vuestro nombre -iba a decir sobre vuestro reino- puede imprimir esta abominable reforma constitucional! Por lo pronto usted decide reformarla mediante una llamada telefónica al señor Mariano Rajoy, presidente del principal partido de la oposición, tomando ambos la representatividad parlamentaria como un absolutismo de dos dirigentes, dando bofetada suprema a toda justicia. Y no hay remedio, España conservará esa mancha sobre su carta magna y la historia consignará que semejante crimen social se cometió al amparo de vuestra presidencia.

Puesto que ha obrado tan sin razón, hablaré. Prometo decir toda la verdad y la diré si antes no lo hace el tribunal con toda claridad.

Es mi deber: no quiero ser cómplice. Todas las noches me desvelaría el espectro de la ciudadanía que expía a lo lejos cruelmente ultrajada, una reforma que no ha decidido.

Por eso me dirijo a vos gritando la verdad con toda la fuerza de mi rebelión de hombre honrado. Estoy convencido de que la ciudadanía no ignora lo que ocurre, entonces ¿a quién denunciar este afrenta malhechora de verdaderos culpables sino al primer soberano de la carta magna, al Pueblo?

Ante todo la verdad acerca de nuestra carta magna y su proceso de reformarla.

Nuestra Constitución, nacida en 1978, promulga en sus artículo primero del título preliminar:
“España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”.
Agentes externos a nuestro ámbito constitucional, la señora Merkel y el señor Sarkozy, han dictado los cambios que usted promulga, auspiciados aún si cabe por entidades externas y opacas a la ciudadanía, no sólo de nuestro Estado, sino del resto de los ciudadanos miembros de la Unión Europea.

Señor presidente del gobierno y señor presidente del principal partido de la oposición:
No recuerdo que en ninguna de las legislaturas, en las que ustedes han sido elegidos como representantes de los ciudadanos (ni anteriormente tampoco), hubiese en algún proceso electoral papeletas para proceder a legitimar a estas personas (la señora Merkel y el señor Sarkozy) sobre nuestro ordenamiento legal, jurídico y constitucional.

Igualmente me consta, en ninguno de sus respectivos programas electorales, ninguna intención de reformar la Constitución.

Ante este hecho y sus intenciones, ustedes han puesto la forma política dictada por la Constitución (representación parlamentaria) muy por encima de la soberanía establecida en la carta magna (el pueblo) documento que regula las normas y convivencia en nuestra nación.
Al ejercer su disciplina partidista, sr. Zapatero y sr. Rajoy, en la que los señores y señoras parlamentarias únicamente promulgan el deseo de sus líderes (en el presente caso ustedes), vuestras señorías son responsables y ejecutores del crimen que les expongo.

De forma sorpresiva, en periodo estival, con un Parlamento en funciones, donde las señorías preparan las maletas fuera del hemiciclo ante la próxima cita electoral, ustedes pretenden modificar la Constitución sin consultar a sus soberanos.

Ustedes sobrepasan con sus intenciones el artículo primero del título preliminar de nuestra constitución. Su reforma no es para un “Estado social” y sus formas no son, ni mucho menos, “democráticas de Derecho”.

Tal es la verdad, señores parlamentarios, verdad tan espantosa, que no dudo de que quede como una mancha en vuestra representatividad. Supongo que no tengáis ningún poder en este asunto, que seáis prisioneros de los mercados y de los poderes que os rodean; pero tenéis un deber de ciudadano en el cual meditaréis cumpliéndolo, aunque dudo que honorablemente. No creáis que desespero del triunfo; lo repito con una certeza que no permite la menor vacilación; la verdad avanza y nadie podrá contenerla.

Hasta hoy no perpetrabais el proceso, pues hasta hoy no han quedado deslindadas las posiciones de cada uno; a un lado los culpables, que no quieren la luz; al otro los justicieros que darán la vida porque la luz se haga. Cuanto más duramente se oprime la verdad, más fuerza toma, y la explosión será terrible. Veremos como se prepara el más ruidoso de los desastres.
Señor Presidente, concluyamos, que ya es tiempo.

Yo acuso al Banco Mundial, FMI, OCDE y demás organizaciones supranacionales y externas al gobierno europeo de ser los organizadores de este crimen. Ninguna de ellas elegidas en representatividad por el Pueblo de un Estado, el nuestro, sobre el que quieren reformar la Constitución.

Acuso a la UE y al BCE de ser garantes dentro del territorio europeo de este complot.
Acuso a Standard & Poor’s y a Moody’s como cómplices y beneficiarios de este acto.
Acuso al conjunto de la banca europea y nacional como lobby cómplice y beneficiarlo de esta infamia.

Acuso a la señora Merkel y al señor Sarkozy por inducir a perpetrar este vil atentado a nuestra soberanía.

Acuso a aquellas empresas que junto con la banca presionan a sus señorías para dejar de ejercer la representatividad de sus soberanos, ejerciéndola sobre sus intereses económicos.
Acuso a aquellos políticos cuyo máximo interés es mantenerse en el cargo que ejercen a cualquier precio, tan indignantes como el del crimen que nos ocupa.

Y por último: les acuso a ustedes por proponer esta modificación de espaldas a la ciudadanía. Ciudadanía que avala, es garante y soberana tanto del Estado español como de su carta magna. Ustedes que, mediante una simple llamada telefónica, ultrajan la inviolabilidad de una Constitución, inviolabilidad que defendieron cuando no se han
atrevido a mantener su vigencia, adecuándola a las realidades sociales. Ustedes que juraron o prometieron sobre ella.

Se atreven a modificar el máximo documento del Estado en aras del “Mercado”. Mercado al que pretenden calmar mientras las voces del pueblo son ignoradas o silenciadas.

Puede que éste crimen ejerza el efecto que ustedes esperan, pero no ignoren las victimas consecuentes. Habrán convertido la Constitución en un simple panfleto al que poner a cotizar en los mercados de valores, habrán convertido el espíritu de la transición española no en un garante de paz y democracia social como fue en su día, sino en un mero informe de resultados macro-económicos. Y habrán convertido a la ciudadanía española en un pueblo sin su máximo referente de legalidad moral y convivencia al subvertir los valores representados en ella por cifras monetarias inducidas fuera del espíritu en el que se redactó.

Distinguidas señorías, en nuestro Estado, no sólo hay que ser demócrata, también hay que parecerlo y sus formas distan mucho de ello. Desde hace mucho tiempo no resuelven entre ustedes la composición del Tribunal Constitucional y resulta que sí resuelven en minutos modificar el texto sobre el que basar sus juicios. Lo dicho señorías, también hay que parecerlo.
Sólo la ciudadanía tiene el derecho, tiene el deber, de mantener vigente este documento, ustedes han de darles los medios. Ustedes, la clase política, que no sólo por activa ahora perpetran este crimen que nos ocupa, sino que por pasiva en las últimas décadas no han dado un paso para mantener su vigencia, y mucho menos aún, consultar al Pueblo al respecto.

No ignoro que, al formular estas acusaciones, arrojo sobre mí el peso y decisión del máximo soberano del Estado del cual ustedes se supone que representan. Y voluntariamente me pongo a disposición del Pueblo.

En cuanto a las personas a quienes acuso, debo decir que ni las conozco ni las he visto nunca, ni siento particularmente por ellas rencor ni odio. Las considero como entidades, como espíritus de maleficencia social. Y el acto que realizo aquí, no es más que un medio revolucionario de activar la explosión de la verdad y de la justicia.

Sólo un sentimiento me mueve, sólo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la ciudadanía, que ha sufrido tanto y que tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma. Que se atrevan a llevarme a los ciudadanos y que me juzguen públicamente.


Suscribo esta carta del humanista y economista Sampedro al ciento por cien. Suscribo cada una de sus palabras de sus comas y de sus puntos.

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editado por...Wladi Martín @ martes, agosto 30, 2011
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domingo, agosto 28, 2011

El respeto y la educación (otra vez)

El mundo de la enseñanza es apasionante; a mi me apasiona. Es increíble lo útil que un ser humano se puede llegar a sentir cuando aprende algo, cuando se lo enseñan. Pero aún más increíble es el placer de enseñar algo, de instruir.

En estos días de verano pasan las jornadas entre deseos de perpetuar el tiempo de solaz y las ganas del rencuentro con la tropa de chavalillos, que año tras año nos vienen a nuestro alrededor a aprender yudo; a que les enseñemos llaves y cosas. Ya hemos explicado que nos redimimos de nuestras mierdas cada vez que recordamos que algo hacemos por esta sociedad desde nuestro humilde papel de educadores, aunque no dejemos de ser simples profesores de yudo para muchos de los que nos tratan.

En estos días de verano, también hemos aprovechado para preparar nuestros programas y para reciclar nuestros conocimientos y, si puede ser, para adquirir algún otro. Nunca está de más.

Una de las muchas tardes en que hemos estado trabajando en nuestras cosas, nos hemos dedicado a repasar los modelos pedagógicos en la primera infancia. Pues bien, según J. de Zubiría habría tres grandes grupos de modelos pedagógicos de acuerdo con su propósito fundamental:

  • Los modelos tradicionales, que se proponen lograr el aprendizaje mediante la transmisión de información.
  • Los modelos activos o de la escuela nueva, que ponen el énfasis del aprendizaje en la acción, la manipulación y el contacto directo con los objetos.
  • Los modelos actuales que proponen el desarrollo del pensamiento y la creatividad como finalidad de la educación, transformando con ello los contenidos, la secuencia y los métodos pedagógicos vigentes.

No hace falta ser un lince para entender que la evolución ha llevado a toda una ciencia como la pedagogía a considerar que lo mejor y hacia lo que se ha evolucionado es hacia los modelos actuales en que se propone el desarrollo del pensamiento y la creatividad. Claro que… ¿no tiene eso muchos riesgos? Vamos con ello.

Evidentemente, el lograr el aprendizaje mediante la transmisión de información, al modo tradicional, deja al educador preservado y protegido. Ese modelo tradicional dejaba al maestro en un pedestal. De hecho aún recordamos los de mi generación, y otras anteriores, al maestro subido a una tarima o altillo desde la que se dirigía a la chavalería.

Hace poco se han repetido cursos de formación en federaciones deportivas, instituciones de diversa índole y otras entidades. Multitud de jóvenes acudieron al reclamo de un título con el que sacar unos duros en momentos tan complicados en cuanto a obtener pasta, parné o vil metal. Ha habido una legión de chavales en cursos de monitores de tiempo libre, de socorristas, de diversas modalidades deportivas… Y, como no podía ser de otra manera, se ha vuelto a poner de manifiesto lo que unos buscan en contraste con lo que otros ofrecen. Todo ello aderezado por el sempiterno deseo de monetizar todo, que siempre viene a sacralizar nuestra sociedad y sus putos gurús.

Para no meternos en un charco me voy a circunscribir al ámbito del yudo que conozco un poco mejor que otros. Y conste que todo el esfuerzo de escribir estas líneas va encaminado a proponer y no a destruir. Pretendo sumar y no restar.

Enseñar a enseñar

Cuando se pretende formar a un monitor de yudo es que se intenta habilitar a una persona, normalmente muy joven, para impartir clases de esta especialidad deportiva. No es momento de enseñar a hacer o-soto-gari, por ejemplo. Eso ya lo sabrá hacer o algo ha fallado. Pretender volver a enseñar ese osotogari, por ejemplo, viene a ser un reconocimiento de que algo se ha malogrado y que el aspirante a monitor no lo sabe hacer pese a haber aprobado su cinturón negro. De manera que hay que volvérselo a explicar para subsanar el fallo. Craso error.

Por otra parte, habría que revisar lo que debe aprender un monitor (y mucho más un ATD o Auxiliar Técnico Deportivo) pues las más de las veces (por no decir todas) se va a dedicar a atender niños deseosos de aprender yudo; niños mayoritariamente de entre 4 y 8 años de edad. ¿Para qué coño se le exige a los candidatos el aprendizaje de la Nague-no-kata? Pues eso, que el yudo ya cumplió su primer centenario hace unos cuantos lustros y seguimos con estos pelos.

No es la primera vez que se ha hablado del tema por lo que este texto seguramente rezumará algo de pesimismo; bien que lo siento.

El respeto

Si un aspirante a monitor ya debería saber hacer correctamente un osotogari, por seguir con el mismo ejemplo, también se le deben presumir otros muchos conocimientos. ¿Sabrá saludar correctamente un cinturón negro? Está claro que si lleva un mínimo de tres años asistiendo a una media de dos clases semanales en que se abre y se cierra con el saludo tradicional, alguna idea tendrá; ¡digo yo! Por ese motivo, parece una auténtica herejía tener a la muchachada recordando cómo se saluda correctamente al maestro durante toda una hora de clase. Sin duda el motivo debe de ser algún otro que perseverar en que los futuros monitores de yudo “saluden que te cagas de bien”. Igual se pretende con este tipo de acciones entre lo absurdo y lo militar inculcar algo de respeto a las hordas de adolescentes que hoy día andan asilvestrados según todos los indicadores sociales. Lo que pasa es que para exigir respeto hay que profesar respeto. ¿O no? Y no parece muy respetuoso darle una hora de clase de saludo a un muchacho que ha pagado una pasta para iniciar carrera docente en su deporte favorito.

Con esto no decimos que andemos sobrados de respeto por parte de nuestros jóvenes yudocas; ¡ojo! Todos sabemos qué alumnos y de qué ‘maestros’ o entrenadores son respetuosos y cuáles la montan a las primeras de cambio; sólo hay que ver a sus ‘maestros’. Pero vamos a otra cosa. Siempre hemos apostado más por lo interior, para progresar, que por lo exterior.

Para ello vamos a volver por donde comenzamos estas notas: por los modelos de enseñanza. Aún más; vamos a hablar de tres grandes pensadores que viene a ser pioneros en esto de la pedagogía (aún antes de haberse cimentado esta ciencia): J. A. Comeniu, J. J. Rousseau y J. Pestalozzi. Estos tres autores reflejaron las primeras preocupaciones respecto a qué hacer con los niños en sus primeros años y, posteriormente influyeron en muchos otros especialistas.

La educación

En primer lugar, Juan Amos Comeniu (1592-1670), nos legó su Didáctica Magna, escrita en 1637. En su obra destaca tres ideas fundamentales: naturalidad, intuición y autoactividad.

Posteriormente, tenemos a Juan Jacobo Rousseau (1712-1778), con su naturalismo. Es el primero que proclama el valor de la infancia, desterrando la idea de que el niño es un hombre en miniatura, un estadio transitorio y provisional de la vida, reclamando la necesidad de comprenderlo. A partir de Rousseau se inicia la doctrina educativa de ver en el niño el centro y fin de la educación… ¡que no es poco!

Llega ahora Juan Enrique Pestalozzi (1746-1827) que concibe la educación desde el punto de vista social, en la que su objetivo es preparar al niño para lo que debe ser en la sociedad. Esta idea encaja a las mil maravillas con la idea de Yigoro Kano de que el yudo es una herramienta para hacer sociedad (mutuo beneficio).

Pestalozzi influyó notablemente en F. Froebbel (1787-1852), quien crea la primera proposición curricular institucional en la edad inicial con un enfoque teórico-práctico, que se materializa en el Kindergarten. A su vez Froebbel influyó en las hermanas Agazzi (ya vamos llegando a lo del respeto).

Las hermanas Agazzi, Rosa (1886-1959) y Carolina (1870-1945), son educadoras italianas, anteriores a la famosa María Montessori que desarrolla su modelo pedagógico a partir de 1907, después de la experiencia de haber organizado las Casas dei Bambini.

Pues bien, las Agazzi inician su trabajo educativo en un jardín de estilo froebeliano. El modelo agazziano se caracteriza por un profundo respeto a la naturaleza del niño (del educando), y ratifica una vez más la presencia de los planteamientos de todo el movimiento de educación activa, más que la inclusión de nuevos postulados. Esto es importante en lo que a nuestras reflexiones afecta. Las Agazzi insisten en el respeto a la naturaleza del educando (en su caso al niño). (¿Vamos atando cabos con el ejemplo del saludo protocolario del yudo?).

Algunos modelos pedagógicos actuales en la educación de la primera infancia

La escuela popular de C. Freinet se sitúa bajo el lema de la Escuela Moderna pues, según sus criterios, se apoya menos en el aspecto de la novedad que en el de la adaptación a las necesidades del siglo. En lo que a nosotros interesa aquí, Freinet resume sus reflexiones sobre una serie de principios. Vamos con algunos sobre la naturaleza del niño:

  • Ponerse en lugar del niño (educando) para conocerlo y comprenderlo mejor.
  • Suprimir la posición de superioridad del adulto (el educador debe situarse al mismo nivel que los educandos para reducir la distancia y permitir una convivencia más adecuada).

Sólo con estos dos principios ya tenemos motivos de nueva reflexión y autocrítica.

Por resumir, Freinet habla de tres principios básicos:

  • Libertad: que el niño actúe cómodamente, sin temores, sin represión.
  • Respeto: que el niño sepa que cuenta con el máximo respeto y consideración de su persona, que se le acepta en el grupo como un miembro valioso, en igualdad de condiciones que los demás.
  • Disciplina: que el niño sepa que la libertad tiene sus limitaciones, que en cada momento se trata de hacer lo que se debe hacer en función de las actividades que él mismo ha contribuido a planificar, sugerir u organizar bajo la orientación del maestro. En este sentido debe saber que su libertad individual está relacionada con la libertad de los demás.

Es decir, que el modelo pedagógico Freinet se basa en la plena confianza en el niño y en el respeto a su personalidad. ¿No nos faltará a nosotros algo de confianza en nuestros educandos?

El modelo cognitivo High Scope.

El modelo High Scope, conocido por el nombre de la institución en torno a la cual se integró un equipo de trabajo dirigido por el Dr. David Weikart, comenzó a estructurarse hacia 1960.

Los fundamentos de este modelo pedagógico hacen un marcado énfasis en los aspectos psicológicos del desarrollo. Su propósito es una “educación válida para el desarrollo”, a partir de la teoría formulada por Jean Piaget, que se resume en tres criterios básicos:

    1. Ejercitar y desarrollar las capacidades del aprendiz que están surgiendo en la etapa de vida en que se encuentra.
    2. Estimular y ayudar al aprendiz a desarrollar sus patrones personales de intereses, capacidades y aspiraciones.

3. Presentar las experiencias de aprendizaje cuando el aprendiz está en condiciones de dominar, generalizar y retener.

Este modelo de la High Scope nos lleva a otra cuestión importantísima y muy descuidada en nuestro mundillo del yudo en que se pasa por alto el enseñar al niño lo que le conviene según la etapa de la vida ( de su desarrollo) en que se encuentra. ¿Por qué hay que empezar enseñando osotogari lo mimos al niño de 6 años que al de 12 y que al neófito de 20 o de 30 o de 40 años de edad?

El modelo personalizado de P. Fauré

Este modelo pedagógico surge en Francia a mediados de los años cuarenta, siendo su promotor el jesuita Pierre Fauré, a partir del cuestionamiento en torno al hombre y lo que significa ser persona. Los fundamentos filosóficos básicos de este enfoque, hacen énfasis en conocer las características del ser persona. Entre estas características se encuentran las de singularidad, selección, creatividad, unificación, ser libre, comprensivo, capaz de amar, sensible. (A eso sí le llamaría yo respeto profundo al educando).

Conclusiones

Igual hay que empezar a perder el miedo a que un alumno le pase la mano por encima del hombro a su maestro entendiendo en ello un acto de falta de respeto antes que uno de acercamiento y cariño. Sin duda algunos prefieren el respeto que da el uniforme, la insignia, la bandera, el escudo, el himno, el dinero, el coche, la marca de zapatos, el título, al que se saben granjear los que gozan de potestas antes que de autoritas. Malo, malo. A estas alturas ya deberíamos saber algo de lo que ocurre con esos respetos del taconazo, del “sí buana” y del águila (cuando ya todos prefieren el respeto del mahou, por despedirnos con una broma).

NOTA: La información aquí proporcionada, que no es poca, es gratis. Se puede obtener ésta y otra leyendo un poquito y teniendo algunas ganas de crecer (y muchas menos de ser respetado a toda costa).

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editado por...Wladi Martín @ domingo, agosto 28, 2011
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domingo, agosto 21, 2011

Jimeikin o el arpa que se toca sola

Acabé hace unos días ‘Renacimiento’ del Nobel japonés Kenzaburo Oe. La obra narra la historia de un literato frente al suicidio de su cuñado, que pone constantemente en duda. El protagonista supone que la yakuza o mafia japonesa se encuentra tras la muerte de su familiar. A fin de cuentas el cuñado era director de cine y sus críticas a la yakuza fueron constantes y muy agudas.

La historia viene a narrar lo que pasó al propio Oe al morir su cuñado Yuzo Itami, actor y director de brillantes filmes como ‘Tampopo’, ‘El funeral’ o ‘Mimbo no Onna’, que se quitó la vida en 1997.

La mayor parte de las películas de Itami tienen un carácter marcadamente satírico. En concreto, mediante la comedia, el cineasta ridiculiza los usos, las costumbres y las instituciones del Japón de finales del siglo XX. Ese estilo mordaz, ácido y desmitificador le granjeó alguna que otra enemistad, razón por la que un grupo yakuza atacó e hirió de gravedad a Itami a la entrada de su domicilio tras el estreno de su película ‘Minbo no Onna’.

En el libro leí una palabra que me llamó la atención y de la que tomé nota: jimeikin. Según el Nobel se trata del arpa que se toca sola. Vendría a ser un instrumento musical autosuficiente, con lo que la propia denominación (“instrumento”) quedaría inválida.

Anda por ahí mucha gente que yo conozco como un o una jmeikin, siendo o sintiéndose arpas, pero sin esperar a que músico alguno pulse sus cuerdas con o sin plectro. Esta propiedad de autoabastecimiento la encuentro a menudo en el mundillo del yudo en que tantos y tantos maestros existen. No estaría de más dar un repasito al asunto pues en el yudo puede haber más maestros por kilómetro cuadrado que en ningún otro ámbito en el que tradicionalmente abundan o abundaban los maestros. En el mundillo de la tauromaquia, que no es de mi gusto ni agrado –vaya por delante-, se llama maestro al matador así se trate de un chaval de 20 años que acaba de recibir la alternativa. Claro que los toros no están en su momento álgido ni mucho menos.

Maestros hemos tenido todos los que, de una o varias generaciones determinadas, hemos acudido al colegio en nuestra infancia. También eso parece del pasado pues los niños de ahora no encuentran, para su desgracia, maestros a su alrededor. Es tal la falta de vocación que existe en este ámbito de la educación que suelen tener funcionarios honrados, todo lo más, nuestros niños, jóvenes y adolescentes.

También eran maestros los que dedicándose a un oficio llegaban a un grado importante de dominio de la materia en que desarrollaban su profesión. Esa definición también se halla en retroceso al haber surgido los inventos de la Formación Profesional, los Ciclos Formativos y otros modos de regularizar enseñanzas para las que antes se empezaba por ser aprendiz, a pie de taller o chiringuito. Y eso implicaba las más de las veces comenzar por agarrar una escoba antes de recibir cualquier información relativa al gremio en cuestión.

Además, hay maestros o grandes maestros en la masonería o en el ajedrez, así mismo ámbitos de los que poco se habla en estos días. A su vez los músicos de una orquesta llaman maestro al director de la misma. También son maestros (de ceremonias en este caso) los que conducen o presentan un evento o función especial. En este sentido, cabe recordar que los maestros de ceremonias ya se encontraban entre los cargos protocolarios de la corte papal de la Santa Sede. Incluso en el Imperio del Japón parece ser que había un maestro de ceremonias. Y con ello nos vamos a un término que en el mundillo del yudo (procedente del lejano Japón también) viene a ser similar a nuestra palabra maestro. Es el sensei. Y ya sabemos que se trata de un título japonés para referirse a los maestros y figuras de autoridad, ya sean de eso que llamamos artes marciales, o de alguna otra disciplina. Por ejemplo, Kenzaburo Oe es todo un sensei donde los haya.

Cabría añadir que en algunas instituciones de carácter filosófico, el término maestro se refiere a un grado simbólico, jerárquico que tiene relación con la trascendencia post mortem. Por ejemplo, en la masonería, hay un grado de maestro que no es muy distinto al grado académico del maestro que trasciende la muerte a través de sus alumnos.

Habíamos empezado con el arpa que se toca a sí misma y estamos con el maestro que trasciende la muerte a través de lo que ha conseguido legar a sus discípulos. Bonito contraste.

Anda por ahí mucha arpa sola que además te da la serenata así te cruces con ella y tú sin ganas de que te toquen la flauta. Luego viene que, además, el arpa exige su reconocimiento, un poco beligerante con su subidita autocracia, pero irrenunciable a estas alturas en que nos hemos acostumbrado a llamar maestros a simples botarates de tres al cuarto.

Algunos creemos que sigue faltando la suficiente humildad para que cada una de nuestras arpas se siga comportando como lo que es y siempre debe ser: un instrumento. El arpa (nuestra arpa) no deja de ser una herramienta para hacer música con ella y somos legión los que estamos deseando que lleguen las manos hábiles que nos saquen los más lindos sonidos de los que somos capaces. No aspiramos a tocarnos nosotros mismos en un acto onanista y ególatra tan fútil y huero como repetido por muchas ‘jimeikin’ que siguen campando por sus lares.

En todo caso, un maestro, en sentido general, es una persona a la que se reconoce una habilidad extraordinaria en una determinada área del saber, con capacidad de enseñar y compartir sus conocimientos con otras personas, denominadas discípulos o aprendices. De manera que, con permiso de los y las jimeikin que conozco, dedico este escrito a nuestros maestros y a quienes han tenido la desgracia de no tener ninguno.

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editado por...Wladi Martín @ domingo, agosto 21, 2011
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