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sábado, mayo 06, 2006

Estuvimos con Benito Zambrano, el director de cine


“Espero que Habana Blues guste a los cubanos, porque esta era mi manera de decirles que les quiero, que les respeto”

Esta vez no te dejo unas fotos de fútbol del Getafe en este wladiario. Pero creo que sales ganando, porque el pasado sábado día 29 de abril –el del ‘puente’- tuve ocasión de ir a ver la película Habana Blues con su director, el campechano Benito Zambrano. Tuve ocasión de entrevistarlo, de hablar con él, de escuchar sus respuestas en el coloquio que se organizó al acabar el pase de su cinta. Y he pensado que algo tan agradable hay que compartirlo de alguna manera.

Ya sé que me será difícil transmitir la magia que me envolvió en aquella noche, pero ese es el reto y aquí estamos para afrontarlo.

Para empezar a situarnos hay que decir que la película la proyectaron en la Casa de Andalucía de Getafe, que fueron los que organizaron la visita del director. En concreto, Paco Tejero, primo de Benito fue el que convenció al cineasta de que acudiera al local de la Avenida de las Ciudades a tan singular acto.

Hay una anécdota con Benito Zambrano y su primo Paco Tejero (al que conocen como Curro en su tierra) y su mujer Mari. En la presentación de Solas (ya laureada en el Festival de Berlín) en el cine Palafox, ante ministros y autoridades, Benito dijo:

“quiero dedicar esta película a mis primos Curro y Mari, que están por ahí sentados entre el público”.

Paco Tejero recuerda la anécdota evocando la emoción que le embargó.

Como tengo amistad con la buena gente de la Casa de Andalucía (he servido de jurado de su concurso de fotografía en un par de ocasiones) se pudo arreglar que hablara con Benito un poco antes de comenzar el pase. A continuación la transcribo cuando aún no se ha publicado en ningún medio… ¡a disfrutarla!

Por cierto, si aún no habéis visto la película, no perdáis la ocasión de hacerlo: es una joyita. En el Festival de la Habana de diciembre del año pasado fue premiada, aunque se sabe que no hizo mucha gracia en la cúpula del poder de la isla caribeña.

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editado por...Wladi Martín @ sábado, mayo 06, 2006
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Entrevista a Benito Zambrano

"Solas significó pasar de cero a cien de una manera increíble”

“Soy andaluz por los cuatro costados y no lo puedo olvidar”

La Casa de Andalucía estrenó sus jornadas culturales a bombo y platillo; nada menos que con la proyección de la película Habana Blues y con la presencia de su director, Benito Zambrano. Hay que señalar que Benito Zambrano es Lebrijano y tiene familia en Getafe. De hecho, Paco Tejero, hombre muy vinculado a la Casa de Andalucía es primo carnal del director de Solas y ha sido el artífice de que el cineasta pasara una inolvidable velada en Getafe. Con su naturalidad y sencillez de siempre, Benito Zambrano aclaró algunas cuestiones sobre su presencia en Getafe, sobre los avatares de su gran éxito y sobre sus inquietudes de cara al futuro.


Pregunta. ¿Cuál es el motivo de que esté en Getafe, en la casa de Andalucía?

Benito Zambrano. Mi prima Mari y mi primo Curro son los culpables de que esté aquí. De paso es un placer estar en la Casa de Andalucía.

P. ¿Por qué usted es de Lebrija, verdad?

B.Z. Sí eso es. Soy andaluz por los cuatro costados y no lo puedo olvidar.

P. ¿Conocía ya la Casa de Andalucía de Getafe?

B.Z. No. Mi primo me habla mucho de ella; de la cantidad de cosas que hacen. Tiene tal cantidad de actividades que es un centro cultural regional impresionante. Me parece magnífico y más de una casa de cultura de algunos pueblos quisiera tener este movimiento tan grande. Así es que ellos son los culpables de que haya venido y, al fin y al cabo, yo la película ya la he visto y se trata ahora de que la disfruten aquí y de pasar una noche agradable.

P. Sabemos que tiene especial cariño hacia sus primos Mari y Curro y nos han contado una anécdota con motivo de un pase oficial de la película Solas.

B.Z. Se proyectó la película en el Palafox de Madrid coincidiendo con el Día de Andalucía. Organizó la actividad la Junta de Andalucía y estaba de consejera de Cultura la que hoy es ministra de Cultura, Carmen Calvo. Nosotros acabábamos de llegar de Berlín y la película había ganado diez premios. De la película empezaba a hablarse muchísimo; estaba en un momento álgido. Era la primera vez que se veía la película en España con público. Estaba el cine lleno y como era un acto político, cultural y social habían invitado a montones de andaluces. Fue muy bonito.

P. Y entonces, delante de tanta personalidad, fue cuando Benito Zambrano dedicó la película a sus primos.

B.Z. Sí. Es que ellos son el ejemplo de todos esos andaluces que salieron de su tierra a buscarse la vida. Ahora han formado aquí su familia y ya tienen aquí sus cosas, su mundo.

P. Bueno, gente así ha levantado ciudades enteras ¿no?

B.Z. Sí, claro que sí. Lo que te quiero decir es que les tengo mucho cariño, porque también tengo otros primos que ya casi no veo; acabas desconectando sin querer. En cambio, con ellos, tenía una relación diferente, Por eso dije que les dedicaba la película: por andaluces, por familia y por todo lo que significa el Día de Andalucía para los inmigrantes, especialmente en Madrid.



P. Me cuentan que estás muy interesado en el tema de la inmigración; sobre todo de la española. ¿Hay algún proyecto en ese sentido?

B.Z. No. Son temas que te tocan. Hay otros temas que me pasan como si no me pasaran. Pero hay otros que sí te atraen. No todos los temas que te atraen te dan una idea para hacer una ‘peli’. Igual un día enganchas… Una idea no es suficiente para hacer una historia y una historia no es suficiente para hacer un guión. Puedes tener una idea, pero si no la cuajas en una historia y después tienes un buen guión… No tienes nada.

P. Todo este proceso ya lo pasó con Solas y lo pasó muy mal por lo que sabemos. ¿Es verdad que se cansó de llevar el guión debajo del brazo sin que le hicieran ni caso?

B.Z. Sí, pero es normal siendo alguien absolutamente desconocido como era mi caso, que viene de pasar dos años en la escuela de cine de Cuba, con lo que está totalmente desligado de todo el mundo… No era de Madrid, con lo cual no conocía a nadie. Todo eso era un’handicap’ que me obligaba a estar buscando por todos lados. Me llevó tiempo encontrar a alguien que creyera en el producto y le interesara.

P. Luego, fue casi como un sueño. Nos han contado que llegó un sevillano y puso 100 millones.

B.Z. Sí... Bueno era una productora de Sevilla. Como era gente de Andujar, de pueblo, entendieron cosas del guión que muy poca gente entiende. Luego, contó mucho que era una película bastante asequible, que se podía hacer en Sevilla y con pocos recursos… Ahí está el talento del productor de entender que igual aquí hay algo. Y se arriesgó; y eso quiere decir que igual te puedes llevar el batacazo o igual encuentras cosas que nadie creía en ellas. A partir de que se hiciera la ‘pelí’las cosas cambiaron.

P. ¿Pero además un cambio radical verdad? Ha cambiado su vida, su forma de trabajar…

B.Z. Solas significó pasar de cero a cien de una manera increíble. Fue un salto vertiginoso. Las cosas buenas que tiene es que ese éxito te permite elegir los proyectos, hacer las cosas que quieres y poder decir ‘no’ a ciertas cosas que no te atraen.

P. ¿Habana Blues viene a ser un homenaje a este pueblo cubano que te ha enamorado?

B.Z. La ‘peli’ es el homenaje que me quedaba. Yo a Cuba le debo mucho, porque supuso un cambio muy importante en mi vida; porque me sirvió de mucho. Espero que Habana Blues guste a los cubanos, porque esta era mi manera de decirles que les quiero, que les respeto… Es un homenaje al pueblo cubano, a su forma d ser a su dignidad. Sé que ha gustado en general y eso es como si me autorizase. Si hubiera sido al revés, que a los españoles nos gustara pero a los cubanos no, entonces me sentiría deslegitimado.

P. ¿Pero triunfó en el Festival de La Habana?

B.Z. Sí, sí; se llevó el segundo premio del público en el festival que se hizo en diciembre. Esta es mi manera de decir “gracias Cuba por todo”.

P. ¿Cómo ha funcionado la película comercialmente?

B.Z. Creo que está entre las diez películas que han superado el medio millón de espectadores. No son muchas las películas españolas que lo hacen. También ha tenido reconocimiento internacional con varios premios y menciones. Digamos que ha tenido un cierto reconocimiento de público, de crítica y en festivales. Está dentro de lo razonablemente bien, sin suponer el ‘bum’ de Solas que superó el millón de espectadores. Pero vamos a considerar que está dentro de lo aceptable, teniendo en cuenta lo que se ha pasado del año 1999 al 2005 en que ha cambiado los hábitos de los espectadores.

P. ¿En qué sentido?

B.Z. Ahora estamos asistiendo al auge del DVD. La gente ha tirado mucho por no ir al cine y esperar a ver las películas por DVD, bien alquiladas o bien compradas…

P. O se las bajan de Internet

B.Z. O bien pirateadas; eso es. Son fenómenos que se han hecho notar con todas las películas, incluso con las americanas. Si le sumas ese detalle y le sumas el otro, que, al fin y al cabo, es una película de un país que no es el tuyo… son factores que influyen para que no se vea tanto, aunque sí que gusta.

P. Sin embargo hay una cierta paradoja en su cine que no deja de ser muy comprometido y que funciona bien en taquilla. ¿Hay algún secreto además de hacer las cosas bien y con calidad?

B.Z. A la gente una película le gusta y el emociona porque, más o menos, está bien hecha. Yo creo que a la gente le gustan las historias, teniendo en cuenta que cuesta mucho meterla en la sala para ver una película dramática. Lo más que consigues es que vayan a un melodramita. Pero tiene que ser una película extraordinariamente buena, si es dramática, para que funcione el boca a boca y que la gente vaya al cine. La película tiene que romper y ser increíblemente buena. Lo que sí es verdad es que si tú les ofreces algo que tiene que ver con ellos, la gente disfruta. Quiero decir que el cine americano llega y han conseguido fórmulas de éxito; de acuerdo. Pero, cuando una película española llega es porque tiene que ver con cosas nuestras y la gente quiere ir a verla. Es mi opinión.


P. En los tiempos difíciles de Benito Zambrano, ¿estuvo a punto de venir a vivir a Getafe o se quedó trabajando en Andalucía?

B.Z. No llegué a vivir en Getafe. Yo estuve de ayudante de cámara en Televisión Española. Después estuve de fotógrafo en El Correo de Andalucía. Luego pasé a cámara en Canal Sur
.
P. ¿Después se despejó el camino?

B.Z. Sí; pasé una racha chunga, pero vamos… Es lo normal. No vas a salir de una escuela o de una facultad y al día siguiente eres el ‘number one’. Hay un proceso y hay que currárselo. Lo mínimo que cuesta una película es un millón de euros y no se lo vas a dar a cualquiera. Hay un proceso de selección y, con todo y con eso, se hacen películas malas.

P. ¿En estos momentos hace mucha publicidad? Es suyo el famoso ‘anuncio del calvo’ de la Lotería de Navidad ¿verdad?

B.Z. Sí. La publicidad para mí tiene como cosa buena el que te permite seguir rodando entre película y película, con lo cual te mantienes entrenado. Tiene otra cosa buena y es que es muy intensiva. Es decir, que en muy poco tiempo puedes ver el resultado y se puede ver en qué te has equivocado o en qué has acertado. También tiene de bueno que trabajas con mucho equipo diferente y que conoces a mucha gente. En cada anuncio trabajas con un director de foto, con un decorador… Tiene como esa cosa linda la de aprender de todos y conocer a la gente para que en un futuro puedas tener un abanico. Sigues trabajando con actores y en cosas muy parecidas al cine, a fin de cuentas. Luego hay otra cosa fundamental y es que te pagan bien y eso hace que puedas permitirte la tranquilidad de decir; bueno, pues este año no tengo que estar obsesionado por rodar porque tengo que ganar dinero. Con la publicidad me pago los gastos y, mientras tanto, me preparo para hacer lo que quiera.

P. ¿En qué anda ahora para el cine?

B.Z. Estoy dándole vueltas a varias historias pero todavía no me he decidido por nada.

P. Ya podía Benito Zambrano hacer una película sobre el caso Sintel.

B.Z. Conozco el caso Sintel, pero no a fondo. La vida está llena de cosas sobre las que contar historias y hacer películas. Lo que pasa es lo que te decía antes y que ya ha dicho algún maestro: tener una buena idea no significa que tengas una buena historia. Luego, aunque tengas una buena historia no significa que tengas un buen guión. Cuando tengas un buen guión todavía no tienes una buena película. A veces pasa que uno no hace las películas que quiere, sino las películas que puede en sentido creativo. A veces uno quisiera hacer muchas cosas pero no puede más o no da uno para más, o no se le ocurren a uno más cosas. A mí me encantaría hacer una película cada año y tratando temas de ese tipo; como lo de Sintel o la inmigración; tanto la que ahora estamos viviendo como aquella de los años 60 o 70, que fue al revés. También tenemos muchísimo pasado y… ¿Por qué no hacemos una película de romanos, por ejemplo?

P. Sí que sería interesante una de romanos de Zambrano. Háblenos de su relación con los actores, porque usted vino a descubrir a María Galiana y no suele utilizar actores de mucho nombre, salvo Juan Diego en Padre Coraje.

B.Z. Bueno; a mi la palabra descubrimiento me resulta un poquito… Yo descubrir, no he descubierto a nadie. De alguna manera nos hemos descubierto todos, unos a otros. De los actores lo que sí te puedo decir es que para mí son muy importantes. Para mí lo esencial y fundamental es tener un buen guión, con una buena historia que contar, y tener un elenco de actores apropiado. No pido buenos actores, porque qué son ‘buenos actores’; ahí habría que entrar en muchas definiciones. Hablo de los actores adecuados, de los apropiados; los que yo creo que van a hacer bien ese personaje.

P. ¿Se considera un director de actores?

B.Z. Las historias que hacemos, son historias de personajes. Nosotros no hacemos películas de ciencia ficción en las que es menos importante el actor que el decorado y las explosiones. Nuestras historias son de seres humanos y son los actores quienes cuentan eso. Lo contamos a través de los actores. Si no se tiene un buen elenco para esa ‘peli’ que vaya bien con esos personajes, se va a quedar coja por algún lado. Yo le doy mucha importancia a los actores por eso. Es la herramienta más importante que tengo. Es más importante que la fotografía, el decorado o los vestuarios. Si los actores están bien y transmiten verdad y son capaces de transmitir emociones y sentimientos, la gente ni se da cuenta de si eso está en un plano medio o en un plano general; no le importa si el fondo es amarillo o azul.

P. ¿O sea que al ‘casting’ le dedica casi más tiempo que a la propia película?

B.Z. Le dedico mucho tiempo; mucho tiempo.

P. ¿Se ocupa usted del ‘casting’?

B.Z. Me ocupo, pero desde hace un tiempo tengo una directora de ‘casting’ que me ayuda.

P. ¿María Galiana pasó por ‘casting’?

B.Z. No, no llegó a pasar. Yo la conocía un poco porque labia visto en alguna película. El productor me pidió que hablara con ella y pasaron muchas cosas que sería largo de contar. Es que en Andalucía, en aquel momento en que nos planteamos hacer la ‘peli’, actores que vivieran allí y con setenta años no había; se morirían de hambre. Eso ha pasado siempre. En Madrid, casi todos los actores que hay no son de Madrid. Son gente que muy jóvenes, como el caso de Juan Diego, cuando ya deciden que esta es su profesión y que de verdad quieren vivir de ella, se tienen que venir a Madrid que es donde está el meollo. Qué ocurre; que cuando llevan treinta o cuarenta años, ellos son de donde quieran ser. Cada cual tiene derecho a sentirse de donde quiera. El caso es que en aquel momento no había actrices y María estaba ahí. Decidimos probar y fue una cosa mágica.

P. Nos consta que Benito Zambrano es una persona campechana y sencilla, poco dada al boato del cine y al politiqueo de los estrenos y de los premios. Ha tenido alguna decepción con eso que usted ha llegado a calificar de “mamoneo”.

B.Z. No me he llevado ninguna decepción porque antes de dedicarme a esto ya conocía a ese mundillo; ya había trabajado en televisión y fui casi periodista; bueno fui periodista gráfico. También te pilla con una edad como para saber por donde andas; no te pilla con veinte años. Lo único bueno es que toda esa reacción por parte de los políticos, sobre todo en Andalucía, significó que, en unos años en que no había ningún tipo de apoyo al cine ni había intenciones, el hecho de salir nosotros rompiendo esquemas, ayudó mucho. Los políticos empezaron a plantearse seriamente que hay que apoyar más al cine.

P. Porque el cine es cultura ¿verdad?

B.Z. Y porque es industria. Hay muchísimas familias que comen del cine. Cada vez que hay un rodaje, si hay setenta u ochenta personas trabajando, quiere decir que hay setenta u ochenta cabezas de familia llevando el dinero a sus casas. Hablamos de electricistas, chofer, peluqueras, ayudantes de no sé qué… Si hay película hay laboratorios, hay taquillas… Es una industria que mueve mucho, pero lamentablemente se lo están llevando los americanos. El cine, desde que se idea, hasta que lo ve el espectador, hay un negocio que necesita dinero. Pero es que se necesita ver una película a la semana; necesitamos que el cine nos dé ilusiones y sueños; que nos cuente realidades… El cine es necesario.

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