El Getafe ganó al Mallorca en un aburridísimo partido
También es verdad que vimos algo inaudito. Es una de las primeras veces que se aplaudió a un jugador del equipo contrario al acceder a la cancha; máxime teniendo en cuenta que se trataba de un jugador negro. Claro que el jugador era un tal Come, que militó en el propio Getafe hace poco. Un hecho inusual, pero apreciable. Como también lo es que venimos viendo en la tribuna a seguidores ye hinchas procedentes de la diversidad. Nos referimos a negros, musulmanes, discapacitados... Claro que suelen ser pocos y también se suelen marchar antes de que acabe el partido, por no cruzarse con los ‘ultras’. ¿Se imagina Ud. a un grupo de hinchas negros en el estadio Santiago Bernabéu? ¿Se los imagina paseando a la salida del partido por Concha Espina, entre los ultra sur?
De todo esto y mucho más se habla en el programa de radio Buenos Vecinos, que se emite en directo los sábados (de dos a cinco) y los domingos (de dos a cuatro) desde la COPE, Madrid 2 (101.8 de la FM). Te invito a que lo escuches y a que intervengas en el programa en el momento que lo desees, llamando al 91.683.80.80. Anímate y haznos saber tu parecer, haznos tu crítica o felicítanos si es de tu agrado el programa.
Aquí tenéis un ejemplo de lo poco educativo que es el fútbol y, tal vez, os deis cuenta de por qué lo criticamos tanto.
No es que el fútbol en sí maleduque a nadie, pero es cierto que se ha convertido en refugio de maleducados y violentos. Este niño se pasó gran parte del encuentro gritando e insultando a jugadores, fotógrafos y árbitros. Claro que no fue solito al estadio. Su padre hacía exactamente lo mismo que su hijo, un poco más arriba, en la grada. Así es como educan algunos a sus hijos y luego se asustan cuando no saben controlarlos. En estos días hemos visto cómo algunos alumnos de un instituto eran capaces de agredir a un profesor mientras un compañero de la pandilla grababa la hazaña en un teléfono móvil. ¿Qué educación estamos dando a la infancia?
El fútbol es un noble deporte que han convertido en un reducto recalcitrante de maleducados, violentos, xenófobos, groseros…
En este partido, un jugador del Mallorca aprovechó que se coló un balón desde la banda, en el campo, para lanzarlo contra el que estaba en juego, tratando así de que el árbitro anulara la jugada de ataque. El colegiado no lo hizo, pero no sancionó al listillo del jugador. Debería haber sido sancionado por atentar contra el juego limpio.
Hace unas jornadas, un jugador metió un gol con la mano. El tanto subió al marcador y el jugador no fue sancionado cuando lo pudieron ver todos los españoles en la televisión. Para colmo, días después, un entrenador elogió al tramposo diciendo que era “un crack” y por eso no le habían sancionado. El jugador era el Kun Agüero del Atlético de Madrid y el entrenador que le felicitaba era Joaquín Caparrós, actualmente en el Deportivo de la Coruña. Vaya par de ejemplos. Nos parece lamentable que un jugador haga trampas, pero aún mucho peor nos parece que un entrenador, ya en frío, elogie esa misma trampa. El colmo de todo esto es que son decenas de miles los niños que practican fútbol y están muy interesados en aprender lo que hacen sus ídolos y en seguir los consejos de los que más poder tienen en este mundillo.
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