Noticias de mis amigos de Sintel

Sintratel proyecta tener empleados a 400 ex-trabajadores de Sintel antes de que finalice 2007


“Los Irreductibles” muestran su gestión

La promesa que no cumplió el Gobierno, están dispuestos a conseguirla por sus propios medios. En el primer balance de gestión presentan como logro la creación de 252 puestos laborales que ocupan afectados por el caso Sintel. Los días 25 y 26 celebran su primera Junta de Accionistas en el Teatro Federico García Lorca. No en vano consideran que la única institución de este país que les ha ayudado es el Ayuntamiento de Getafe con su alcalde Pedro Castro a la cabeza

Getafe volverá a ser testigo de otro de los grandes éxitos de “Los Irreductibles”. Después de poco más de un año llega el momento de celebrar la primera Junta General de Accionistas de una empresa única en el mundo entero. Nació de la nada y ya ha generado 252 empleos con una media de edad entre sus trabajadores de 49 años. Han facturado un capital de más 4 millones y sus beneficios, muy humildes –unos 3.000 euros-, no han sido espectaculares… ¿o sí? Es la única empresa del mundo que nació para dar trabajo a quienes ya lo tenían y fueron engañados por el Gobierno de su nación. Son los hombres de Sintel que ahora van reagrupándose en Sintratel, una empresa, que como explica el director de área productiva, Valeriano Aragonés, “no es por casualidad que esté en Getafe”.
Cuando el 3 de agosto de 2001 se levantó el Campamento de la Esperanza del Paseo de la Castellana, más de uno respiró. Los ex-trabajadores de la antigua filial de Telefónica no podían sospechar que se les estaba engañando de nuevo; que no se cumplirían los compromisos adquiridos. Al cierre de Sintel habían quedado en la calle 1.750 empleados, la mayoría de los cuales pasó 187 días viviendo en plena calle. Uno de los pocos compromisos cumplidos fue la prejubilación de 470 de estos trabajadores; quedaban unos 1.200 en la estacada. Hoy, una quinta parte de ellos ha vuelto a juntarse en la misma empresa, haciendo lo mismo que hacían y, en ocasiones, para la misma empresa: Telefónica. Son paradojas del sistema capitalista.
Los próximos días 25 y 26 de este mes, celebrarán algo más que su primera junta de accionistas en el Teatro Federico García Lorca. Especialmente el domingo, se podrá asistir a todo un homenaje al coraje de este grupo de ejemplares trabajadores en los que la palabra dignidad se desdobla hasta adquirir significados hoy olvidados. Para ese día quedan reservadas algunas sorpresas que no conviene desvelar por el momento. Además, se contará con la presencia de Pedro Castro que vendrá a clausurar el acto. No en vano, Aragonés recuerda que “la única institución de este país que ha ayudado es el Ayuntamiento de Getafe con su alcalde Pedro Castro a la cabeza”.

La bandera de la dignidad
Dicen que en estos tiempos que nos han tocado vivir la sociedad percibe a sus políticos y gobernantes como personas capaces de mentir con asiduidad, alejados de las personas a quienes representan… Ellos que debieran ser ejemplo de honestidad y dignidad parecen estar más ocupados en otras cosas y haber dejado ese papel para el colectivo de ex-trabajadores de Sintel. “Los Irreductibles” se han agarrado a este valor al ver que nada más les quedaba, que nadie ni nada vendría a poner fin a su legítima reclamación. En los juzgados la maraña es espesa y los leguleyos parecen moverse en un pantano. Pero llegó un momento en que se acababan las prestaciones por desempleo y estos hombres maduros y con responsabilidades familiares tenían que seguir comiendo, dando de comer a los suyos. El tesón de sus mujeres, que también recibirán su merecido homenaje el domingo en el García Lorca, ya no bastaba. Fue el momento en que se decidió la creación de Sintratel, una empresa “social y solidaria”, que ofrece servicios de telecomunicaciones, con el objetivo de ofrecer un empleo a los antiguos compañeros. Habían pasado dos años desde que se alcanzó el que se llamó acuerdo y del que sólo se acuerda una parte de las implicadas. En aquel momento, una vez más el Ayuntamiento de Getafe les echó una mano. Pudieron establecerse en un pequeño local del vivero de empresas del Polígono de Los Ángeles, ante el escepticismo general; sólo ellos creían en sus posibilidades. Ahora, ya se ha colocado a la quinta parte del colectivo de afectados por el engañoso acuerdo firmado para levantar el Campamento de la Esperanza. Y las previsiones son las de conseguir tener en la empresa a 400 compañeros en los próximos dos años y medio. Así se reconoce en el Plan de Empresa 2005 – 2007 que también se presenta para su aprobación en la misma junta, como figura en el punto sexto de la convocatoria.