La educación, los juegos de palabras, las lesbianas...
Ayer, en una clase, una niña monísima de doce años me explicó que la educación no vale para nada (o casi). Llegó a convencerme (o casi); me lo dijo con mucha educación.
Hoy leo la columna (que ya no es tal) de Juan José Millás en EL PAIS. Recomendable (la columna; el diario ya es otra cosa).
La titula Filantropia y habla del juego de palabras de los políticos, de los que mandan, y pretenden hacernos comulgar con ruedas de molino. Dice que nos quieren hacer creer que "la jornada laboral de 60 horas semanales mejorará los derechos sociales en Europa" (habría que preguntar: ¿los de quién?). también dice que hemos sido capaces de llamar "daños colaterales a las víctimas civiles, cine de adultos al pornográfico, hombre de color al negro, establecimiento penitenciario a la cárcel, intervención militar a la guerra, solución final al crimen (¿vieron cómo se cargaron al loco de la excavadora en Israel?), niveles a los precios, métodos de persuasión a la tortura, privación sensorial a la asfixia inducida, productor al obrero, colaborador al asalariado, becario al esclavo, limpieza étnica al genocidio, campaña aérea al bombardeo, financiación al préstamo, moderación salarial a lo que usted ya sabe..."
¿Qué nos queda cuando nos defrauda un padre? (Padre-patrón, padre-ley, padre-cariño, padre- genético, el otro-padre)
¿Defraudemos como padres?
¿Qué nos queda cuando defraudamos como hijos? (Hijos del agobio, hijos de pu... rísima señora y de vividor que no pasa la pensión)
¿Defraudemos a nuestros hijos?
Las lesbianas pelean hoy por dejar de ser invisibles. ¿no se trataba precisamente de eso? ¿Por qué no nos invisibilizamos, todos los que defraudamos, en la Isla de Lesbos? ¿Habrá vuelos baratos, este verano, a tan fabuloso mundo en que la especie se sujetaría en los desviados, pero jamás defraudados, ni defraudadores -al menos por padres e hijos-? Por si acaso reservaré plaza junto a la playa de mis vanidades a ver si me tuesto el narcisismo que me está empezando a brillar de puro pálido.
Feliz verano
Etiquetas: educacion, martin, niño, opinion, reflexiones o así, wladi, wladiario, yudiario
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