La carpeta verde
Son muchos los interesantes experimentos, para acabar concluyendo
siempre que el hombre es animal social, que necesita la manada e
identificarse con ella. También que la manada le acoja. Lo contrario
(el bullying) puede llevar incluso al suicidio.
Hace
poco vi a una profesora sacar una carpeta verde en plena clase.
Preguntó a varios alumnos y todos respondían lo correcto; que era
verde. La profesora acababa de comenzar su clase y quedó con los
alumnos que les preguntaría por el color de la carpeta. Cuando
entrase el primer retrasado (que no asistía a esa conversación),
preguntaría a varios por el color de la carpeta. Todos debían
contestar que era roja (aunque fuese mentira). Se trataba de un
experimento, pero los alumnos presentes aceptaron entre sonrisas.
¿Qué pasaría?
Al
poquito efectivamente llegó un retrasado, se incorporó a su sitio y
se aprestó a seguir la clase. La profesora enseguida hilvanó lo que
decía con la famosa carpeta (verde) que mostró en alto.
Entonces
la profesora preguntó a una chica, que estaba sentada en la primera
fila, por el color de la misma. La chica, aleccionada, dijo que la
carpeta verde era roja sin titubear. El alumno recién incorporado
abrió los ojos como platos. Poco después la profesora volvió a
preguntar por el color de la carpeta verde. Se dirigió a un chaval
próximo, luego a otro de la tercera fila, luego a una chica de la
segunda fila… todos contestaban sin dudar (mintiendo) que la
carpeta era de color rojo. El recién incorporado a la clase no salía
de su asombro.
Así
hasta que la profesora preguntó directamente al desconcertado
estudiante que había llegado tarde a la clase. Tardó unos
instantes, pero acabó reconociendo que la carpeta era de color rojo.
También mintió sin que nadie se lo hubiera pedido. Contestó como
todos los interrogados.
La
profesora entonces declaró que se trataba de un experimento. Que,
por supuesto, la carpeta era verde y que todos se habían puesto de
acuerdo para decir que era roja. El recién incorporado prefirió
decir que la carpeta era roja para no desviarse de lo que decía la
manada. Así lo señaló la bromista profesora.
Lo
increíble es que cuando la docente desveó el engaño, la víctima
de la broma reconoció haberse dado cuenta de que se trataba de algo
raro, de un juego. Pero contestó como los demás ante la presión
que se le echaba encima.
Así
somos y parece ser que ni siquiera es malo que seamos así. Lo
primero, para librarse de culpabilidades, es reconocerlo. Luego ya
viene eso de engañarse diciendo que uno no es así. Que hubiesen
contestado lo correcto, que no hubieran caído en el engaño de la
manada. Algunos casos hay de auténticos líderes que dicen lo que
ven, caiga quien caiga. Se me viene a la mente la famosa frase “Eppur
si muove” que Galileo Galilei pronunció después de abjurar del
heliocentrismo ante el tribunal de la Santa Inquisición. El
astrónomo veía la carpeta verde (era el único).
Etiquetas: cristina carbonell, opinion, reflexiones o así, wladi, wladiario, wladimiro, wlady


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