Espectáculo chino y fiesta de los "Cuadernos del Matemático"

Ni son grandes bailarines, ni son acróbatas, ni tampoco una trouppe de circo. Incluso utilizan música enlatada, que fue lo que más me molestó. Ero ver sus cuadros sobre el escenario es un ejercicio de estética. El placer de contemplar cuadros de luces y la endiablada sucesión de vestuarios es todo un espectáculo… ¡y no son americanos!

En Getafe tuvimos ocasión de contemplar el espectáculo “Las campanas por la paz”, que dicen sirvió de cierre a los Juegos Olímpicos de Atenas (yo no lo vi). También dicen que será el espectáculo (o parecido) que abrirá los de Pekín en 2008. El caso es que no me harté de hacer fotos de los chinos que actuaron el pasado sábado día 17 en la plaza de toros de Getafe.

Antes había pasado por casa del maravilloso Cristóbal López de la Manzanara. Celebraba una nueva fiesta de “Cuadernos del Matemático”, a la que acuden decenas de reputados poetas a los que se insta a leer algún poema jocoso. No todos cumplen el cometido pero se pasa un rato delicioso, hay que decir que eso de los “Cuadernos del Matemático” es una publicación muy singular que ya lleva en pie unos doce años. A mí me divierte decir que es una revista de instituto. De hecho toma su nombre del Instituto Matemático Puig Adams, donde nació gracias a la energía y capacidad de Exequias Blanco, catedrático de Literatura en dicho centro. En sus páginas ya han escrito Premios Nacionales y hasta algún Nobel. También fue invitado a la fiesta el pintor (laureado pintor) Moisés Rojas –recomiendo su página www.telefonica.net/web/moises-rojas - y muchos amigos que tienen alguna relación con la publicación o con el mundillo de las letras.

La estrella en esta ocasión fue un tal Quico Cadaval al que no hay que perder la oportunidad de ver actuar. Se trata de una especie de trovador o cuentacuentos directamente traído por algún diablo cojuelo desde los tiempos de Lázaro o del Bachiller Vidriera; vaya usted a saber. Voy a transcribir cómo se define a sí mismo, porque me hizo pasar uno de los ratos mejores de mi vida. Humor inteligente donde los haya.

Nace en Ribeira, en la Ría de Arousa, donde Dios apoyó el dedo anular en su día de descanso (el séptimo). El feliz natalicio se produjo en el año 4 a.m.m.m. (antes de la muerte de Mariyn Monroe) en una taberna, en la que creció. En su infancia convivió con marineros que extraían mágicamente bacalaos salados de sus pantalones, quincalleras que revelaban a gritos el origen de la vida mientras devoraban carne asada y ancianas que conseguían orinar de pie con precisión de cirujanas.
Por el modo que tiene de hablar de sí mismo parece que no tiene abuela, pero la tuvo y se le nota mucho.
Fue educado por un profesor entusiasta de los castigos físicos y de la escritura barroca, en la actualidad cronista local de la ciudad de Ribeira. En su época universitaria descuidó sus estudios de arte para coquetear con el amor, la política y la droga.
Recibió muchas críticas de sus amigos “junkies” por el consumo inmoderado de drogas blandas y mostos fermentados.
Dirigió espectáculos de teatro con la presencia de huérfanas de hijos, quincalleras, viudas de carpintero, traficantes de toneles, “palilherias” macho, inmigrantes ilegales y gitanas vengativas. Escribió piezas de teatro protagonizadas por traficantes mudos, diosas, piratas (sexo femenino), ociosos aristócratas pintores, músicos ambulantes y vendedoras de amor al pormenor.
Por si fuera poco, es omnívoro.